Aller au contenu principal

Agatángelo


Agatángelo


San Agatángelo (Elche o Ancyra, c. 253-Ancyra, 5 de noviembre entre el 303 y el 310)[2]​ fue un diácono y discípulo de san Clemente de Ancyra, martirizado con su maestro en tiempos del emperador romano Diocleciano.

Biografía

Agatángelo nació en la colonia romana de Ilici (en Elche).[3]

Sirvió como legionario en una época muy convulsa para el Imperio romano; comenzaban las invasiones bárbaras, la grave crisis económica y la inestabilidad política que desembocaría en la caída del Imperio. Tras pasar como soldado por varias provincias, Agatángelo llegó finalmente a Roma.[2]

En la capital del Imperio romano se puso en contacto con la comunidad cristiana. Fue encarcelado debido a sus creencias. De esta manera conoció a Clemente ―obispo de Ancira (actual Ankara, capital de Turquía) que había sido desterrado de su episcopado y enviado a Roma―. Allí fue bautizado por Clemente, quien lo nombró diácono.[3]

Clemente fue enviado a Nicomedia en un barco lleno de soldados para ver si el gobernador Maximiano podía conseguir su apostasía y Agatángelo subió secretamente a la nave para acompañarlo en su suerte, lo que le hizo dar gracias a Dios:

El penoso viaje de los dos cristianos se prolongó durante más de veinte años, de ciudad en ciudad: Rodas, Nicomedia, Ancira, Amis y Tarso, de tribunal en tribunal y de tormento en tormento, sin que ninguno de los dos renunciase a sus creencias. Esto hacía que muchos infieles ―al ver su ejemplo y al escuchar sus palabras de fe en Cristo― se convirtieran.[2]

Finalmente llegaron por segunda vez a su ciudad natal,[3]​ mientras las tierras romanas eran gobernadas por el emperador Maximino.[2]

Leyenda apócrifa

Según el jesuita Delehaye, en Las leyendas hagiográficas, en el Medioevo se conocía un mito que hablaba de las torturas sufridas por Clemente y Agatángelo:

Martirio

En los últimos interrogatorios, Agatángelo contestó al juez que se admiraba de su resistencia:[2]

Arrestados nuevamente, fueron devueltos a Ancira, donde sufrieron torturas (lapidación). Posteriormente fueron enviados a la ciudad de Amasea, donde el procónsul Domecius era conocido por su crueldad. Cuando Clemente partió de nuevo hacia Ankara, Agatángelo lo acompañó de nuevo. Allí ambos sufrieron martirio, por orden del presidente Lucio.

El juez hizo intensificar los tormentos con pinchos ardiendo, antorchas, azotes, etc, y, finalmente, visto que no conseguía ningún cambio, mandó que le cortaran la cabeza el día 5 de noviembre, sin que se pueda precisar el año (entre el 303 y el 310).[2]

Unas semanas después, el 2 de enero, fue decapitado también Clemente.[2]

Sofía, la segunda madre de Agatángelo, hizo enterrar a Clemente junto al cadáver de Agatángelo:[2]

Origen de la leyenda

Los datos hagiográficos de estos dos santos figuran en antiguos repertorios hispánicos de santos ―como Historia verdadera y exemplar de los más estraños y esforzados mártires de Jesucristo, de Hilario Santos Alonso―[5]​ y parecen haber sido extraídos originalmente del capítulo incluido en el libro Introducción del símbolo de la fe (segunda parte), de fray Luis de Granada (Salamanca, 1583).

Agatángelo convertido en ilicitano

Según fuentes más o menos canónicas, queda clara la procedencia, vida y muerte de estos mártires orientales y, de hecho, no hay constancia de ningún tipo de que San Agatángelo tuviera relación con Elche ni con el Illici romana que fue su predecesora, ni, incluso tono, ninguna relación con Hispania, al menos, hasta el siglo XVII. En cuanto a Elche, ninguno de los noticiero, crónicas o historias locales de las escritas con anterioridad al último tercio del siglo XVII, como la Recopilación en que se da cuente de las cosas anciano antiguas como modernas de la ínclita villa de Elche, redactada por Cristóbal Sanz en 1621 o la copia del Consueta de la Fiesta de Elche que hizo Gaspar Soler Chacón para la Inquisición en 1625, donde incluye un capítulo sobre la historia antigua de la ciudad, presentan ninguna referencia a este santo al hablar del origen del cristianismo en Elche.[2]

Desde el 6 de junio de 1683 el Concejo de Elche nombró a san Agatángelo el patrono de la villa. Su festividad se celebra el 3 de febrero.[3]

Referencias


Text submitted to CC-BY-SA license. Source: Agatángelo by Wikipedia (Historical)