Alejandro de Lippe

Carlos Alejandro de Lippe (en alemán: Karl Alexander zur Lippe;^[1]​ Detmold, 16 de enero de 1831-Eckersdorf, 13 de enero de 1905) fue el penúltimo soberano del Principado de Lippe. Sucediendo en el trono en 1895, el poder fue ejercido por un regente a lo largo de su reinado debido a su enfermedad mental.

Primeros años y ascensión

El príncipe Alejandro de Lippe nació en Detmold, siendo el séptimo hijo de Leopoldo II, el príncipe reinante de Lippe, y de su consorte, la princesa Emilia de Schwarzburgo-Sondershausen (1800-1867). El príncipe Alejandro durante un tiempo sirvió como capitán del Ejército de Hannover.^[2]​

Sucedió como príncipe de Lippe el 20 de marzo de 1895 tras la muerte de su hermano, el príncipe Valdemar. Como Alejandro había dado signos de enfermedad mental y habiendo sido puesto bajo restricciones legales en 1870 y 1893, fue necesario establecer una regencia para su gobierno en Lippe.^[3]​ Alejandro era el último varón de la línea de Lippe-Detmold; la siguiente línea mayor de la Casa de Lippe eran los condes de Lippe-Biesterfeld seguidos de los condes de Lippe-Weissenfeld y después la línea menor, los príncipes de Schaumburg-Lippe.

Regencia disputada

El príncipe Adolfo de Schaumburg-Lippe, cuñado del emperador alemán Guillermo II, inmediatamente reclamó la posición de regente a la ascensión de Alejandro, basando su reclamación en decreto emitido por el príncipe Valdemar en 1890 pero mantenido en secreto hasta su muerte. Este hecho fue disputado por el conde Ernesto de Lippe-Biesterfeld, quien también reclamó la regencia. La Dieta de Lippe confirmó al príncipe Adolfo como regente provisional el 24 de abril pendiente de un acuerdo sobre la disputada regencia.^[4]​

Se llegó a un acuerdo en 1897 cuando una comisión bajo la presidencia del rey Alberto I de Sajonia falló a favor de las reclamaciones del conde Ernesto de Lippe-Biesterfeld.^[5]​ El príncipe Adolfo dimitió entonces como regente y fue remplazado por el conde Ernesto, quien gobernaría como regente por Alejandro hasta su muerte en 1904 cuando su hijo, el conde Leopoldo de Lippe-Biesterfeld, lo sucedió como regente.

Vida como príncipe

Siendo incapaz de ejercer las funciones de poder, Alejandro vivió en el sanatorio de St. Gilgenberg, cerca de Bayreuth, donde con frecuencia fue visto asistiendo a conciertos y al teatro. También pasaba el tiempo jugando al ajedrez, copiando dibujos de los periódicos y escuchando música. También era consciente de su posición como príncipe soberano y solía insistir en que se observara la etiqueta.^[6]​

La muerte de Alejandro en St. Gilgenberg llevó a la extinción de la línea de Lippe-Detmold, sucediéndolo como príncipe de Lippe su regente, el conde Leopoldo de Lippe-Biesterfeld.

Ancestros

Referencias