Aller au contenu principal

Arquitectura francesa


Arquitectura francesa


La arquitectura francesa es el arte de la arquitectura proyectada y construida en Francia, tanto por maestros de obra, arquitectos e ingenieros franceses como extranjeros. Francia tiene una de las tradiciones arquitectónicas más importantes de Europa,[1]​ con períodos de gran esplendor como el gótico, el clasicismo o el rococó, que han dado lugar a estilos de origen francés ampliamente difundidos por todo el mundo. Francia ha sido pionera en la protección del patrimonio arquitectónico y tiene el mayor patrimonio mundial después de Italia, con 44 236 bienes declarados monumentos históricos (año 2012[2]​) y 13 edificios declarados individualmente patrimonio de la humanidad (Italia encabeza la lista con más de 100 mil monumentos[3]​).[4]​ Grandes arquitectos franceses han estado y están entre los mejores arquitectos del mundo, como Mansart, Le Nôtre, Gabriel, Soufflot, Boullée, Ledoux, Garnier, Viollet-le-Duc, Eiffel, Guimard, Le Corbusier, Perrault, Nouvel o Portzamparc. Algunos tipos arquitéctónicos, el chateau, el palais y el hôtel particulier, son plenamente franceses y son también franceses las bastidas, las chartreuses y los tipos monacales que a partir de Cluny y el Císter se extendieron por toda la Europa medieval.

Indicaciones de la especial importancia que se dio a la arquitectura en Francia fueron la fundación en 1671 de la Academia real de arquitectura —la primera institución de ese tipo en cualquier lugar de Europa— o el establecimiento en 1720 del Premio de Roma en arquitectura, un concurso de interés nacional financiado por el estado, que fue un honor intensamente perseguido por todos los arquitectos.

Historia

Arquitectura galo-romana

La arquitectura de la antigua Roma en un principio adoptó la apariencia externa de la arquitectura griega y solamente al final de la República, desarrolló su propio estilo arquitectónico, muy distintivo, mediante la introducción de elementos anteriormente poco utilizados, como los arcos, las bóvedas y las cúpulas. Un factor crucial en este desarrollo, acuñado por la revolución arquitectónica romana, fue la invención del hormigón (Opera caementicia). Elementos sociales como la riqueza y las altas densidades de población en las ciudades obligaron a los antiguos romanos a descubrir nuevas soluciones (arquitectónicas) propias. El uso de bóvedas y arcos, junto con un buen conocimiento de los materiales de construcción, por ejemplo, les permitió lograr éxitos sin precedentes en la construcción de imponentes edificaciones de uso público.

Ejemplos notables en Francia durante el período son Alyscamps en Arlés y la Maison Carrée en Nîmes. El Alyscamps es una gran necrópolis romana, que está a corta distancia fuera de las murallas de la antigua ciudad de Arlés. Fue una de las más famosas necrópolis del mundo antiguo. El nombre es una corrupción del latín Elisii Campi (es decir, los Campos Elíseos). Fueron famosos en la Edad Media y se conocen por Ariosto en Orlando Furioso y por Dante en el Infierno.[5]​ El Alyscamps se siguió utilizando hasta bien entrada la Edad Media, aunque el traslado de las reliquias de San Trófimo a la catedral en 1152 redujo su prestigio.

Arquitectura prerrománica

La unificación del reino de los francos bajo Clodoveo I (465–511) y sus sucesores, correspondía con la necesidad de construcción de iglesias, y especialmente de iglesias monacales, ya que estas eran ahora las sedes más poderosas de la iglesia merovingia. Las plantas a menudo continuaron la tradición de la basílica romana, pero también tomaron influencias de lugares tan lejanos como Siria y Armenia. En el Este, la mayoría de las edificaciones eran de madera, pero la piedra era más común en los edificios importantes en el Oeste y en las zonas meridionales que luego cayeron bajo el dominio merovingio. La mayoría de las iglesias más importantes han sido reconstruidas, por lo general más de una vez, pero muchas plantas merovingias se han reconstruido a partir de la arqueología.

La descripción que hace el obispo Gregorio de Tours en la Historia de los francos de la basílica de Saint-Martin, construida en Tours por san Perpetuo (obispo 460-490) al comienzo del período y en un momento en que estaba en la frontera del territorio franco, da motivos para lamentar la desaparición de este edificio, una de las más bellas iglesias merovingias, que él decía tenía 120 columnas de mármol, torres en el extremo oriental, y varios mosaicos:

Una característica de la basílica de San Martín que se convirtió en una característica de la arquitectura eclesial de los francos fue el sarcófago o relicario del santo elevado para ser visible y situado axialmente detrás del altar, a veces en el ábside. No hay precedentes romanos para esta innovación de los francos.[7]

Otros edificios se describen como adornados de forma similar, edificios ahora perdidos, incluyendo los cimientos merovingios de la basílica de Saint-Denis, de Ssn Gereón en Colonia y de la abadía de Saint-Germain-des-Prés, en París.

Arquitectura románica

Arquitectura medieval

Arquitectura renacentista

Arquitectura barroca

Arquitectura rococó

El Rococó se desarrolló por primera vez en las artes decorativas y en el diseño de interiores. La sucesión de Luis XIV trajo un cambio en los artistas de la corte y en la moda artística general. Hacia el final del reinado del viejo rey, los ricos diseños barrocos fueron dando paso a elementos más ligeros con más curvas y patrones naturales. Estos elementos son evidentes en los diseños arquitectónicos de Nicolas Pineau. Durante la Regencia, la vida cortesana se alejó de Versalles y este cambio artístico se convirtió en bien establecido, primero en el palacio real y luego a lo largo de la alta sociedad francesa. La delicadeza y la alegría de los diseños rococó fueron a menudo vistos como en perfecta sintonía con los excesos del régimen de Luis XV.

Los años 1730 representaron la altura del desarrollo Rococó en Francia. El Rococó todavía mantenía el sabor barroco por las formas complejas y los patrones intrincados, pero en este punto, había comenzado a integrar una variedad de diversas características, incluyendo un gusto por los diseños orientales y las composiciones asimétricas. El estilo se había extendido más allá de la arquitectura y el mobiliario a la pintura y la escultura. El estilo rococó se extendió con artistas franceses y las publicaciones grabadas. Fue recibido con facilidad en las partes católicas de Alemania, Bohemia y Austria, donde se fusionó con las animadas tradiciones barrocas alemanas.

Arquitectura neoclásica

Arquitectura neogótica

En Francia, el estilo neogótico aparece bastante tarde debido a las guerras napoleónicas, que movilizaron todas las fuerzas de la nación francesa, y al gusto del emperador Napoleón I por el estilo Imperio neoclásico. La novela de Victor Hugo, Notre-Dame de Paris (1831) revivió el interés por las catedrales de Île-de-France. La Restauración de los Borbones permitió a los jóvenes arquitectos volver a conectar con el pasado artístico del medieval reino de Francia, en especial con el estilo gótico francés del siglo XIII. El arquitecto Jean-Baptiste-Antoine Lassus[24]​ fue uno de los precursores de esta renovación arquitectónica. Eugène Viollet-le-Duc (1814-1879) trabajó con Lassus en varios proyectos —en particular en Notre Dame y la Sainte Chapelle, ambas en la isla de la Cité de París— y le deberá muchos de sus puntos de vista.

Viollet-le-Duc era uno de los mejores arquitectos de su época: su talento residía en su perspicacia para hacer observaciones minuciosas de los edificios medievales dignas de los mejores trabajos arqueólogicos[cita requerida] (sus méritos finalmente reconocidos se celebraron durante una gran retrospectiva montada en 1979, con motivo del centenario de su muerte). Restauró completamente ciertas construcciones, a menudo pasando por alto su estado original de deterioro, con intervenciones radicales, reconstruyendo con gran imaginación e incluso añadiendo partes completamente nuevas (este punto fue desde siempre atacado: se le reprocha inventar la planta de ciertas partes faltantes, y por lo tanto de distorsionarlas o "desnaturalizarlas", ajeno a los nuevos conceptos de restauración: intervención mínima y respeto a la obra original). Esa teoría la aplicó en sus restauraciones de la ciudad amurallada de Carcasona, así como en Notre Dame y la Sainte Chapelle parisinas, en el castillo de Roquetaillade, y de manera aún más característica a través de los ejemplos «pedagógicos» del castillo de Pierrefonds y del castillo de Pupetières.[25]​ Difería de su homólogo inglés John Ruskin en que a menudo reemplazaba el trabajo de los canteros medievales. Su aproximación racional al gótico realmente contrastaba completamente con los orígenes románticos de la renovación, y es considerada por algunos como un preludio a la honestidad estructural exigida por el movimiento Moderno.

A lo largo de su carrera, fue presa de la cuestión de si el hierro y la mampostería debían de combinarse en una construcción. Sabía del uso de tirantes y grapas de hierro en la construcción de las catedrales originales ya que había verificado su presencia, pero igualmente sabía los problemas que eso podría causar, con el tiempo, por la evolución de las estructuras. El hierro había sido utilizado, de hecho, en las construcciones góticas desde los primeros días. Fue sólo con Ruskin y con la exigencia en el gótico arquitectónico de la «verdad estructural», que el hierro, ya fuese visible o no, fue considerado inapropiado para un edificio gótico. Ese argumento comenzó a derrumbarse a mitad del siglo XIX cuando se construyeron en Inglaterra grandes estructuras prefabricadas, como The Crystal Palace, en vidrio y hierro, o el atrio del Museo de la Universidad de Oxford, que parecían encarnar los principios del gótico a través del hierro. Entre 1863 y 1872, Viollet-le-Duc publicó sus Entretiens sur l’architecture, un conjunto de plantas audaces y vanguardistas que combinaban el hierro y mampostería. Aunque estos proyectos nunca se realizaron, influyeron en varias generaciones de diseñadores y arquitectos, entre ellos Antoni Gaudí, o los arquitectos Destailleur,[26]​ a los que se debe, entre otros, el castillo de Trévarez.[27]

Inspirándose en los trabajos de investigación de Lassus y Viollet-le-Duc, muchos arquitectos para proyectar nuevos edificios, especialmente religiosos, imitaron el estilo medieval. En 1840, basílica de Nuestra Señora de Bonsecours, cerca de Rouen, inauguró la era de las iglesias neogóticas, seguida de cerca en Nantes por la iglesia de San Nicolás (1844-1869). Siguieron, entre otras, el Sagrado Corazón de Moulins, en Allier (1844-1881), la iglesia de San Vicente de Paúl (o de los Reformados, en Canebière) en Marsella (1855-1886), la iglesia de San Pablo de Estrasburgo (1892-1897), etc. En París, un ejemplo famoso fue la iglesia de Sainte-Clotilde (1846-1857).

Algunas obras neogóticas fueron sólo parciales, especialmente para completar edificios medievales: se construyó un coro para la catedral de Saint-Pierre-et-Saint-Paul de Nantes (1840-1891); la fachada y las torres para la iglesia abacial de Saint-Ouen (1846-1851); la fachada para la catedral de Nuestra Señora de la Anunciación de Moulins, diseñada por los arquitectos Lassus y Millet (1852-1874); dos flechas para la catedral Saint-Corentin de Quimper (1854-1856); una fachada con sus altas flechas para la catedral Notre-Dame de Clermont-Ferrand (1866-1884).

Durante este período, también fueron construidas basílicas y catedrales en el extranjero por arquitectos franceses como en Luján y en Mercedes, en la Argentina, o en Cantón, en China.

También se construyeron edificios civiles en estilo neogótico en Francia, como el ala este del palacio de Justicia de Ruan, los castillos de Challain-la-Potherie, Abbadia, Pupetières, Bagnoles-de-l'Orne, Savigny-sous-Faye,[28]​ Kériolet, o bien el de Hardelot.

Arquitectura del Segundo Imperio

Durante la mitad del siglo XIX, cuando Napoleón III estableció el Segundo Imperio, París se convirtió en una ciudad glamorosa de imponentes y altos edificios. Muchas casas fueron embellecidas con detalles como columnas pareadas y elaboradas cresterías de hierro forjado que aparecen a lo largo de las cubiertas. Pero la característica más llamativa de este periodo es la empinada cubierta de mansarda, reconocible por su forma trapezoidal: a diferencia de un hastial triangular a dos aguas, la mansarda casi no tiene pendiente hasta la cima, cuando se aplana abruptamente. Esta casi perpendicular línea de cubierta crea un sentido de majestuosidad, y también permite disponer de un espacio más utilizable en el ático. En los Estados Unidos, el Segundo Imperio es un estilo victoriano. Sin embargo, también se puede encontrar la práctica y decididamente mansarda francesa en muchas casas contemporáneas.

Beaux Arts

Otro estilo parisino, Beaux Arts, se originó a partir de las legendaria École des Beaux Arts (Escuela de Bellas Artes). Floreciente durante los siglos XIX y principios del XX, fue una grandiosa elaboración en el más refinado estilo neoclásico. Simétricas fachadas fueron ornamentadas con detalles lujosos, como guirnaldas, medallones, flores y escudos. Estas imponentes y masivas casas, casi siempre construidas en piedra, estaban reservadas sólo para los muy ricos. Sin embargo una casa más 'humilde' podía mostrar influencias Beaux Arts si tenía balcones de piedra y adornos de mampostería. Muchos arquitectos norteamericanos estudiaron en la École des Beaux Arts, y el estilo influyó fuertemente en la arquitectura Estados Unidos desde alrededor de 1880 hasta los años 1920.

Art Nouveau & Art Deco

Arquitectura moderna y contemporánea

Main: Modernist architecture in France

Algunos de los principales diseñadores y arquitectos franceses modernos y contemporáneos son:

  • Le Corbusier
  • Robert Mallet-Stevens
  • Frédéric Borel
  • Dominique Perrault
  • Christian de Portzamparc
  • Jean Nouvel
  • List of Post World War II French architects
Ejemplos de edificios modernos y contemporáneos construidos en Francia son
  • Villa Savoye
  • Notre Dame du Haut - "Chapel du Ronchamp"
  • Villa Noailles
  • Church of Notre-Dame de la Salette in Paris, (arquitecto: Henri Colboc)
  • Institut du Monde Arabe

Arquitectura regional

El estilo francés puede variar de ser muy moderno al rústico y antiguo en apariencia.

Arquitectura provincial

Una de las características más distintivas de muchos edificios franceses son las altas ventanas del segundo piso, a menudo en forma de arco en la parte superior, que rompen la cornisa y se elevan por encima de los aleros. Este diseño de ventana inusual es especialmente notable en las casas provinciales de la América francesa. Siguiendo el modelo de los casas señoriales en las provincias francesas, estas casas de ladrillo o estuco son majestuosas y formales. Tienen cubiertas de cuatro aguas empinadas y una forma cuadrada, simétrica, con ventanas equilibradas a cada lado de la entrada. Las altas ventanas del segundo piso se suman a la sensación de altura.

Normandia

En Normandia y en el Valle del Loira de Francia, los silos agrícolas a menudo se unieron a la vivienda principal en lugar de disponer un establo separado. Después de la Primera Guerra Mundial, los estadounidenses idealizaron románticamente la granja francesa tradicional, creando un estilo conocido como normando francés. Al lado de la piedra, el estuco o el ladrillo, estas casas pueden sugerir el estilo Tudor con entramados de madera decorativa (con tiras verticales, horizontales y diagonales de madera dispuestas en albañilería). El estilo normando francés se distingue por una torre redonda de piedra coronada por una cubierta en forma de cono. La torre se dispone generalmente cerca del centro, actuando como entrada de la casa. El normando francés y detalles de francés provincial a menudo se combinaron para crear un estilo llamado simplemente país francés (French Country) o francés rural (French Rural) tallado o en relieve sobre molduras, apliques y pasamanos.

Arquitectura de ultramar

América

La arquitectura criolla francesa es un estilo colonial estadounidense que se desarrolló a principios del siglo XVIII en el valle del Misisipí, especialmente en Luisiana. Los edificios criollos franceses tomaron elementos prestados de otras tradiciones de Francia, el Caribe, y otras muchas partes del mundo, como españoles, africanos, americanos nativos, y otros patrimonios. Las casas criollas francesas de la época colonial fueron especialmente diseñadas para el clima cálido y húmedo de la región. Tenían algunas o las siguientes características:

  • entramados de madera con ladrillo o "Bousillage" (barro combinado con musgo y pelos de animales);
  • anchas cubiertas a cuatro aguas que se extienden sobre los porches;
  • delgadas columnas de madera;
  • barrios residenciales erigidos por encima del nivel del suelo;
  • Anchos porches, llamados "galerías";
  • No hay pasillos interiores;
  • Porches usados como vía de paso entre las habitaciones;
  • puertas francesas (puertas con muchos cristales pequeños).

Véase también

  • Portal:Arquitectura. Contenido relacionado con Arquitectura.
  • Portal:Francia. Contenido relacionado con Francia.
  • Portal:Historia. Contenido relacionado con Historia.

Referencias

Notas
Fuentes
  • Kalnein, Wend von (1995). Architecture in France in the Eighteenth Century. New Haven, Connecticut: Yale University Press. ISBN 9780300060133.
Collection James Bond 007

Enlaces externos

  • Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Arquitectura francesa.

Text submitted to CC-BY-SA license. Source: Arquitectura francesa by Wikipedia (Historical)