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Pandemia de COVID-19 en Honduras


Pandemia de COVID-19 en Honduras


La pandemia del COVID-19 en Honduras se confirmó el 11 de marzo de 2020. Fue una paciente de 42 años, embarazada, proveniente de España, y una mujer de 37 años proveniente de Suiza.[1]​ Actualmente es Tegucigalpa, capital política y ciudad más poblada, la ciudad que tiene el mayor número de contagios, mientras que San Pedro Sula, el principal punto industrial y comercial del país, ocupa la segunda posición.[2]​ Desde el 1 de septiembre las estadísticas muestran un aumento progresivo en el porcentaje de personas recuperadas respecto a los casos confirmados.

Al 31 de diciembre de 2021, se registran 379, 540 casos confirmados y 10,434 fallecidos por complicaciones relacionadas con el COVID-19.[3]​ Al 31 de Diciembre, el 45% de la población (aproximadamente 4,500,000 de personas) han recibido la pauta completa de vacunación.[4]​ En el país se han administrado casi Doce millones de dosis de las vacunas de los laboratorios Moderna, AstraZeneca y Pfizer. Además, se han administrado 46, 000 dosis de la vacuna rusa Sputnik V.

Ante la situación provocada por la pandemia, las autoridades gubernamentales de ese país, específicamente el SINAGER, la COPECO, la Secretaría de Salud Pública de Honduras y la Secretaría de Seguridad de Honduras, han tomado determinaciones como la imposición de un toque de queda desde el 29 de marzo hasta el 8 de noviembre, así como una calendarización que regula la circulación de ciudadanos para el abastecimiento de alimentos y medicamentos.[5]​ También se han dispuesto, por parte del gobierno y de la iniciativa privada, programas destinados a proveer a la población de alimentos y equipo de prevención.[6][7]​ El 8 de junio comenzó una reapertura económica consensuada por una Mesa Multisectorial, para tratar de mitigar los efectos económicos que ha tenido la paralización de actividades.[8]​ Otro tipo de reapertura inició el 29 de julio.

Estadísticas

Casos confirmados

A fecha 21 de diciembre, Se han realizado 294,519 pruebas PCR, mediante las cuales de han detectado 117,190 casos positivos (el 39.8 %), es decir 12696.6 casos por millón de habitantes. De estos el 2.6 % ha fallecido y el 46.3 % se ha recuperado.[9]​ Los casos por departamento, a fecha 4 de abril de 2021, se reparten de la siguiente manera:[n 2]

Cronología

Pruebas y casos

Acumulados



Diarios

Hospitalizados

Sospechosos

Los casos sopechosos se miden según la cantidad de tratamientos MAIZ entregados por las Brigadas Médicas y por los centros de triaje, entregados tras un diagnóstico médico sin confirmarse mediante prueba PCR. Los datos se reportaban periódicamente en cadena nacional, en un inicio solo los relacionados por las Brigadas y, desde el 28 de septiembre, con los triajes:

Estudio de los casos

Según datos gubernamentales a fecha 2 de mayo, el 89.9 % de los contagiados por COVID-19 tienen alguna condición base, siendo la mitad de los contagiados hipertensos o diabéticos (ver gráfica).[10]​ Según un informe de la Secretaría de Salud con datos hasta el 20 de abril, la edad promedio de los contagiados fue de 55 años, con un rango entre 23 y 89 años.[11][12]​ Además, según el medio nacional El Heraldo, un informe del Laboratorio de Virología actualizado hasta el 18 de abril reveló que del total de casos confirmados 15 % eran personal sanitario.[13]

Proyecciones

Solo días después de confirmarse el primer caso, se dio a conocer una proyección realizada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) del impacto de la pandemia en Honduras, basado en su población y capacidad hospitalaria.[14]

Eventos

11 de marzo: La Secretaría de Salud confirma los dos primeros casos de COVID-19 en el país. El primero era una mujer embarazada de 42 años, proveniente de España, que entró al país el 4 marzo por el Aeropuerto Toncontín en Tegucigalpa. El otro una mujer de 37 años proveniente de Suiza, que ingresó por el aeropuerto Ramón Villeda Morales en San Pedro Sula.[1]

15 de marzo: Se reportan 3 casos más en el país, para un total de 6. Aunque inicialmente no se revela su lugar de origen,[15]​ al día siguiente se supo que uno de ellos fue de Choluteca, en el departamento homónimo, y otro en el departamento de Atlántida.[16]

17 de marzo: Se confirma el primer caso en San Pedro Sula, capital industrial de Honduras, en el departamento de Cortés. Se trata de un asiático proveniente de Nueva York.[17]

22 de marzo: Se confirma el primer caso en el departamento de Colón (en Santa Fe).[18]

23 de marzo: Se confirma el primer caso en el departamento de Lempira (en La Unión).[18]

26 de marzo: las Autoridades de la Secretaría de Salud de Honduras confirmaron el primer fallecido por el coronavirus en Honduras, un hombre de 60 años de edad, el cual vivía en Villanueva, Cortés, y que ingresó el 19 de marzo al hospital Leonardo Martínez de San Pedro Sula.[19]

3 de abril: La "paciente cero" del brote de coronavirus en el país, proveniente de España, es dada de alta.[20]

17 de abril: Surge preocupación, ya que ese día el porcentaje de fallecidos según los casos confirmados es del 10 %, siendo el más alto del continente americano.[21]

2 de mayo: Honduras supera los 1000 contagios, con casos confirmados en 51 de los 298 municipios del país.[22]

5 de mayo: Se reporta el primer fallecimiento en el departamento de Comayagua.[23]

6 de mayo: Se supera el centenar de muertes, totalizando 105.[24]

12 de mayo: SINAGER anuncia una corrección en la cifra total de casos confirmados, que era de 2100 y bajó a 2006. Esto se debió a que en la actualización del 7 de mayo se habían sumado 94 casos que ya habían sido contabilizados.[25]​ También se corrigieron los informes del 7 de mayo al 11 de mayo en la página oficial sobre la pandemia en Honduras.[26]

10 de junio: Es diagnosticado con COVID-19 el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Rolando Argueta.[27]

15 de junio: El número de recuperados supera las mil personas.

16 de junio : El presidente de la República, Juan Orlando Hernández, y su esposa la primera dama Ana García Carías, dieron positivo a la prueba de PCR para detectar COVID-19. El presidente anunció que tenía síntomas leves y sería tratado con el tratamiento hondureño MAIZ. Se trata del primer presidente en Latinoamérica en contraer el virus.[28]

21 de junio: Hay más de 1000 pacientes hospitalizados por COVID-19. SINAGER informa que el informe del día anterior llevaba un error en el conteo de casos, habiéndose registrado 995 nuevos casos y no 1,048 como se dijo en un principio. Con esto, el acumulado de casos pasó a ser de 12 252.[29]

26 de junio: En Cortés se supera el número de 1000 personas recuperadas.

28 de junio: Fallece por COVID-19 Rafael Arita, diputado suplente del Partido Nacional de Honduras por el departamento de Copán.[30]

30 de junio: Se reporta la primera muerte en Islas de la Bahía y la primera en Olancho.

2 de julio: Fallecen los destacados periodistas Francis Jaqueline Bojórquez, en el Hospital del Sur en Choluteca,[31]​ y Pablo Gerardo Matamoros, en una clínica privada de Tegucigalpa.[32]​ La primera había sido por 10 años corresponsal de Radio América y el segundo era el director de noticias de HCH, uno de los medios más vistos de Honduras. También, luego de dos semanas hospitalizado, el presidente Hernández fue dado de alta del Hospital Militar de Tegucigalpa.[33]

3 de julio: Se confirma la primera muerte por la enfermedad en el departamento de Gracias a Dios.

13 de julio: Se cura el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Rolando Argueta.[27]

15 de julio: El doctor Omar Videa, creador del tratamiento médico MAIZ, da positivo a COVID-19.[34]

23 de julio: Fallece el alcalde de San José del Potero (Comayagua), Julio Berríos.[35]

4 de agosto: Fallece por COVID 19 Francisco Paz, diputado del Partido Libertad y Refundación por el departamento de El Paraíso, tras 12 días en Cuidados Intensivos.[36]

7 de septiembre: El ministro de Finanzas, Marco Midence, da positivo al coronavirus.[37]

Medidas

De inversión

En julio el gobierno lanzó el programa Fuerza Honduras, que pretende invertir 450 millones de lempiras en instalación de triajes, contratación de personal médico, brigadas médicas y dotación de medicamentos en los 298 municipios del país con el fin de frenar la propagación de la enfermedad. También disponer otros 500 millones de lempiras de parte del Banco Interamericano de Desarrollo. El programa arrancó el 12 de julio con la repartición de 11.2  millones de lempiras entre 12 alcaldías.[38]

De contención

Detección de casos

La detección de casos a nivel nacional fue labor exclusiva del Laboratorio Nacional de Virología de Tegucigalpa hasta el 24 de abril, cuando se sumaron el Laboratorio de Virología de San Pedro Sula, inaugurado para tal fin dos días atrás,[39]​ y otros laboratorios privados.[40][13]

El 16 de junio comenzaron a circular brigadas médicas en las colonias con casos positivos. Las mismas están integradas por COPECO y fuerzas del orden público, con la misión de buscar personas contagiadas casa por casa y entregar el tratamiento MAIZ a quienes presenten síntomas.[41]​ El 23 de julio, SINAGER reportó que han realizado 46,314 visitas, en 205 colonias del Distrito Central y en las cuales se atendió a más 206,970 personas; también se entregaron 7,483 tratamientos MAIZ.[42]​ Desde el 1 de julio, SINAGER informa diariamente vía cadena nacional qué colonias visitarán las brigadas al día siguiente.

Atención médica

Lugares

Durante las dos primeras semanas de la enfermedad en el país, la Secretaría de Salud habilitó 13 hospitales, dos centros de salud y varias unidades móviles para el tratamiento de pacientes con COVID-19. Estos se localizaban en los siguientes departamentos:[43]

  • Francisco Morazán: Hospital General San Felipe y el Instituto Cardiopulmonar. Además de dos centros de salud, uno en la colonia Hato de Enmedio y otro en la colonia El Sitio. Todos dentro del Distrito Central.
  • Cortés: Hospital Leonardo Martínez y Hospital Mario Catarino Rivas en San Pedro Sula. Y Hospital de Puerto Cortés en Puerto Cortés.
  • Choluteca: Hospital del Sur en Choluteca.
  • Islas de la Bahía: Hospital de Roatán.
  • Atlántida: Hospital de Atlántida en La Ceiba.
  • Copán: Hospital de Occidente en Santa Rosa de Copán.
  • El Paraíso: Hospital Gabriela Alvarado en Danlí.
  • Colón: Hospital Salvador Paredes en Trujillo.
  • Ocotepeque: Hospital de san Marcos en Ocotepeque.

El 12 de marzo el presidente Hernández anunció que de ser necesario se utilizarían los edificios del Estado. Siguiendo esta disposición, a principios de abril se inspeccionó el Centro Cívico Gubernamental para su habilitación.[44]​ El mismo se habilitó el 12 de julio.[45]​ También se montaron clínicas en el Polideportivo de la UNAH el 17 de abril, que comenzaron a atender pacientes el 5 de junio.[46]​ Otros triajes habilitados fueron:

  • En San Pedro Sula:
    • Una Clínica Ambulatoria de Atención en el Colegio de Ingenieros Civiles, en El Pedregal, que opera desde el 5 de abril.[47]
    • En las instalaciones de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés, que opera desde 15 de junio.[48]
  • En el Distrito Central:
    • En la sede del Instituto Nacional de Formación Profesional (INFOP), desde el 30 de junio.
    • En el centro de la colonia Mayangle, desde el 3 de julio.
    • En instalaciones de la Universidad Católica de Honduras, desde el 6 de julio.[49]
  • Con fondos del programa Fuerza Honduras, se inauguraron centros de triaje en:
    • Teatro La Fragua, en El Progreso, Yoro; el 30 de julio.[50]
    • En Valle de Ángeles, Francisco Morazán, el 1 de agosto.[51]
  • En las instalaciones del Instituto Departamental León Alvarado en Comayagua, desde el 24 de agosto.[52]

Asimismo, Iglesias y empresas privadas facilitaron espacios para el tratamiento de pacientes.[44][46]

El 28 de septiembre se informó que los triajes instalados habían atendido a 84,710 personas y realizado pruebas diagnósticas a 50,611 de ellas, de las cuales 22,461 se declararon positivas y 28,150 negativas; además habían entregado 17,159 tratamientos.[53]

Tratamientos

El 18 de abril Honduras se convirtió en el décimo país en ser aprobado en el ensayo clínico Solidaridad de la OMS, en un momento en que existía preocupación en el país por el alta tasa de letalidad de la enfermedad.[54]

El 2 de junio el gobierno de la República comenzó a distribuir medicamentos en todo el país para comenzar la implementación, mediante prescripción médica, de los métodos MAIZ y CATRACHO, creados por médicos hondureños para tratar a pacientes con COVID-19 según su estado de gravedad.[55]​ Ambos acrósticos surgen de los principales medicamentos y técnicas utilizadas: MAIZ por microdacyn, azitromicina, ivermectina y zinc,[56]​ y CATRACHO por colchicina, antiinflamatorios, tocilizumab, ivermectina, anticoagulantes, hidroxicloroquina, oxígeno a alto flujo (high-flow oxygen en inglés) y pronación.[57]​ Según autoridades estatales, se cuenta con 160 mil tratamientos, que representan una inversión total de 39 millones de lempiras.[55]

MAIZ fue creado por el especialista Omar Videa y está orientado a pacientes en fases tempranas que pueden tratarse en casa,[58]​ logrando reducir su carga viral.[55]​ Por su parte, CATRACHO es un método orientado a pacientes graves hospitalizados,[56]​ que contempla técnicas como la administración de oxígeno a alto flujo y la pronación: acostar al paciente boca abajo para evitar infecciones y la necesidad de ser intubado. Fue creado por el jefe de Investigación de la Universidad de Texas A&M (Estados Unidos) y especialista en cuidados intensivos, infectología y neumología, Miguel Sierra-Hoffman, en colaboración con los médicos Fernando Valerio y Oscar Díaz.[58][55]​ El tratamiento fue aplicado primeramente a grupos de pacientes en cinco hospitales cercanos a la ciudad de Victoria (Texas), donde reside Sierra-Hoffman. Tras su efectividad en el aumento de recuperados y la disminución de pacientes en cuidados intensivos, pasó a implementarse a todos los pacientes, y luego a tres de los hospitales más grandes en San Pedro Sula, Honduras. Según Óscar Díaz, jefe de Cuidados Intensivos del Instituto Hondureño de Seguridad Social, en cuatro semanas de aplicación se redujo a la mitad la mortalidad en Cuidados Intensivos y también el tiempo de hospitalización de 16 a 7 días.[58]

Los tratamientos con MAIZ y CATRACHO continuaron realizándose en el país mientras la hidroxicloroquina estuvo temporalmente suspendida en los ensayos clínicos de la OMS, debido a un desacreditado estudio publicado en The Lancet.[58]

Cierres y restricciones

El 11 de marzo el gobierno decretó Emergencia Sanitaria en todo el país y ordenó a la Comisión Permanente de Contingencias (COPECO) mantener activo el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (SINAGER)[59][60]​ —es el vocero de este ente, el dr. Francis Contreras, quien informa diariamente sobre el desarrollo de los contagios en el país vía cadena nacional. Fueron prohibidos por 14 días los eventos multitudinarios y se cancelaron las clases en los centros educativos hasta el nivel secundario, la Universidad Nacional Autónoma de Honduras canceló sus clases presenciales y se restringió el acceso al país a extranjeros provenientes de Europa, China, Irán y Corea del Sur.[61][62]

El 13 de marzo las universidades del país suspendieron las clases desde el 16 de marzo hasta el 6 de abril.[63]​ El 14 se cancelaron las visitas a centros penitenciarios, se prohibió el acceso a supermercados y comercios, y se cancelaron las actividades laborales, deportivas o de otro tipo que involucraran la reunión de más de 50 personas. Al día siguiente el gobierno suspendió toda actividad laboral, deportiva, religiosa o social, y canceló el transporte público.[64]

El 16 de marzo se decretó un toque de queda absoluto en el Distrito Central, La Ceiba y Choluteca, hasta ese momento las únicas ciudades con casos confirmados; y medidas parciales para el resto del país.[16]​ También se cerraron las fronteras aéreas, terrestres y marítimas para el traslado de personas.[15]

El 17 de marzo a las 7 de la mañana cien operativos policiales y militares bloquearon la colonia Abraham Lincoln en la capital hondureña, por órdenes de SINAGER. Esto se debió al hallazgo de 5 casos positivos relacionados con la paciente cero que provino de España; todos ellos residentes de esa colonia. Sus habitantes fueron puestos en aislamiento y monitoreo constante por 14 días.[65]

El 20 de marzo el gobierno estableció un toque de queda absoluto en todo el país, hasta el 29 de marzo. Se exceptuaban del mismo a trabajadores del sector de telecomunicaciones, agrícola, agroindustrial, agroexplotador, de entrega de víveres y medicamentos a domicilio y distribuidores de alimentos correctamente identificados; así como a pulperías y mercaditos.[66]​ El 29 del mismo mes se extendió el toque de queda hasta el 12 de abril, ahora con permiso de desplazamiento al ciudadano de 9 a. m. a 3 p. m. los días lunes, miércoles o viernes según el último dígito de su documento de identidad; solo aplicable para el abastecimiento de víveres, medicinas y combustible, y pudiendo desplazarse solamente dos personas en un vehículo.[67]​ Desde el 7 de abril el gobierno ordenó el uso obligatorio de la mascarilla.[68]

El 8 de abril se extendió la cuarentena hasta el 19, y se modificaron las disposiciones para permitir la circulación de dos dígitos por día, de lunes a viernes.[69]​ Mientras que el 10 de abril se extendió un diferente toque de queda para las zonas críticas: los departamentos de Colón, Cortés y el municipio del El Progreso, en Yoro, con circulación de un dígito por día.[70]

El 20 de abril se extendió la cuarentena nacional hasta el 26 de abril,[71]​ y al día siguiente se extendió la de Colón, Cortés y El Progreso hasta el 1 de mayo.[72]​ El 26 se extendió la cuarentena nacional hasta el 3 de mayo, y se sumó a las zonas críticas el municipio de Las Vegas, en el departamento de Santa Bárbara.[73]​ El 30 de abril se declaró un toque de queda absoluto —sin posibilidad de circulación— en las zonas críticas, hasta el 6 de mayo,[74]​ mientras que la cuarentena nacional se extendió el 3 de mayo hasta el 17 de mayo, ahora con circulación de un dígito los días lunes a viernes.[75]

Desde el domingo 17 de mayo, la Secretaria de Seguridad extendió el estado de toque de queda semanalmente, siempre permitiendo la circulación por dígito para abastecimiento de la población.[76]​ Esto lo informó con comunicados el 24 de mayo,[77]​ 31 de mayo,[78]​ y 7 de junio.[79]​ Luego se extendió dos semanas el 14 de junio y otra vez el 28, hasta el 13 de julio.[80]​ En esa ocasión se estableció también un calendario para la circulación de vehículos según la terminación de su placa, que fue cancelada al día siguiente.[81][82]​ El toque de queda se alargó una semana más el 13 de julio,[83]​ 19 de julio,[84]​ 26 de julio y 2 de agosto.[85][86]

El 9 de agosto se extendió el toque de queda por dos semanas, ampliando el periodo de circulación de 6 a. m. a 8 p. m.[87]​ El 20 de agosto se extendió desde el 23 de agosto hasta el 6 de septiembre, ahora permitiendo la circulación de personas los sábados y domingos.[88]​ El 6 de septiembre y luego el 13, se extendió el toque de queda y la alerta sanitaria una semana más.[89][90]​ El 20 de septiembre se extendió el toque de queda y la emergencia nacional hasta el 4 de octubre, permitiendo desde el lunes 21 de septiembre la circulación de dos dígitos por persona.[91]​ Se alargó por otra semana el 4,[92]​ 11,[93]​ 18 y 25 de octubre.[94]​ También se extendió una semana el 1 de septiembre.[5]

El 23 de diciembre de 2020 el gobierno hondureño prohibió temporalmente la entrada al país de personas procedentes o que hayan viajado en los últimos 21 días a Reino Unido y Sudáfrica; esto debido a una nueva cepa del coronavirus detectada en esos países. Para los hondureños que retornasen de dichos lugares, debían cumplir una cuarentena de 14 días.[95]

Facilitamiento de suministros sanitarios

El 10 de marzo se aplicó un acuerdo ministerial para evitar el acaparamiento y la escalada de precios de las mascarillas, el gel antibacterial y el alcohol etílico.[96]

El presidente Hernández aseguró que el 19 de marzo comenzó el abastecimiento de insumos médicos a nivel nacional para enfrentar la crisis sanitaria. También dijo a principios de abril que la Industria Militar de las Fuerzas Armadas estaba fabricando diariamente unas 3 mil mascarillas y 100 máscaras de polietileno.[97]​ El 9 de mayo, esa institución reportó haber elaborado 105 mil mascarillas y 3 mil caretas de protección facial.[98]

El 9 de abril Taiwán donó 180 mil mascarillas.[99]​ Por su parte, la Asociación Hondureña de Maquiladores (AMH) donó equipo de bioseguridad a los centros de salud, habiendo entregado 96 mil batas médicas y 50 mil mascarillas a finales de marzo.[100]​ Posteriormente, a principios de mayo anunció que 9 empresas maquiladoras estaban colaborando en la elaboración de mascarillas y equipo médico para ser entregadas a la población.[101]

El 15 de abril fuerzas del orden público comenzaron a donar mascarillas y gel antibacterial como parte de la Operación Todos con Mascarillas,[102]​ que según datos gubernamentales del 8 de mayo, había entregado a la población un poco más de 1 millón de mascarillas repartidas en algunos municipios del país. También se informó que el sector maquilador había donado a la fecha 1.3 millones de estas.[103]

De abastecimiento

El 24 de marzo la Secretaría de Desarrollo e Inclusión Social comenzó con el abastecimiento de alimentos a centros de ancianos y personas discapacitadas en 90 municipios del país, anunciando que la medida se mantendría por un mínimo de 4 meses.[104]

El 25 de marzo el gobierno arrancó con el Plan Honduras Solidaria, que pretende abastecer de ayuda alimentaria a 800 mil familias. La entrega de víveres se realiza casa por casa por parte de las Fuerzas Armadas de Honduras, para evitar aglomeraciones.[105]​ Luego de 3 semanas de operaciones, el gobierno anunció la entrega de paquetes con víveres a más de 450 mil personas —unas 94 mil familias— en los departamentos de Francisco Morazán, Choluteca, San Pedro Sula, Choloma, La Ceiba y Villanueva. Cada paquete contiene insumos alimenticios básicos, así como 4 mascarillas, gel antibacterial, barras de jabón para la ropa y las manos, y jabón líquido.[6]

El 30 de marzo el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) y la Pastoral Caritas de Honduras iniciaron una operación para proveer de bolsas de alimentos a más de 170 mil personas, que denominaron Nos Levantaremos Honduras. Las bolsas, donadas por Cohep, fueron distribuidas por las parroquias a nivel nacional.[7]

Vacunación

El 30 de enero el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, anunció que las primeras 800 mil dosis de vacunas, obtenidas mediante COVAX, llegarían la segunda quincena de febrero. El 16 de febrero, sin embargo, se informó que COVAX postergó esta entrega hasta marzo.[106]​ Días después, Hernández sancionó una ley aprobada por el Congreso para permitir a la Agencia de Regulación Sanitaria (Arsa) certificar vacunas y así acelerar la compra directa de vacunas. Hernández aprovechó la ocasión para criticar a COVAX:[107]

El 24 de febrero de 2021 Honduras aprobó el «uso de emergencia» de la vacuna Gam-COVID-Vac (o Sputnik V), permitiendo su uso en el país sin la previa realización de ensayos clínicos adicionales. Honduras fue el 36.° país en aprobar el uso de dicha vacuna, y el 9.° en Latinoamérica.[108]

El 25 de febrero llegaron a Honduras 5,000 dosis de la vacuna de Moderna, donadas por Israel. La entrega fue producto de las estrechas relaciones de ambos países, siendo Honduras uno de los pocos países que reconocen a Jerusalén como capital del Estado hebreo.[109]​ Ese día se vacunaron con una primera dosis la enfermera auxiliar Soraya Ortega y el médico internista Nolvin Guifarro, comenzando la campaña de vacunación al día siguiente. Se comenzó a vacunar al personal más expuesto en hospitales de las regiones metropolitanas del Distrito Central y San Pedro Sula, y del Hospital del Sur en Choluteca y el de Occidente en Copán.[110]​ Como es indicado, la segunda dosis se administró 28 días después.[111]

El 13 de marzo llegó el primer lote de vacunas donadas por COVAX, 48,000 de las 424,800 prometidas. El lote fue recibido en la capital, Tegucigalpa, por una comitiva de funcionarios y diplomáticos encabezada por el presidente Hernández.[112]

El despliegue de la vacunación contra el virus es relativamente lento en Honduras en comparación con otros países centroamericanos. Hasta el 21 de junio de 2021, Honduras reporta sólo 4,89 dosis administradas por cada 100 personas mientras que otros países de la región ya vacunaron hasta una cuarta parte de su población.[113]​ A diferencia de otros países latinoamericanos, Honduras, junto con Guatemala, Nicaragua y Paraguay, no ha recibido donaciones de vacunas de China como resultado de la diplomacia de las vacunas.[114]​ La razón es que estos países tienen vínculos diplomáticos con Taiwán y no con China. De hecho, el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, ha expresado su interés en abrir una oficina comercial para China con el fin de acceder a más vacunas. Mientras que el país vecino, El Salvador, ha recibido miles de dosis de vacunas chinas, el número de dosis contratadas en Honduras sigue siendo muy bajo y la mayoría de ellas llegan a través del mecanismo COVAX. La necesidad de suministro de vacunas sigue siendo urgente, lo que ha llevado al presidente salvadoreño, Nayib Bukele, a donar 34.000 dosis a siete municipios de Honduras en los que los alcaldes han publicado peticiones de vacunas en las redes sociales.[115]

Reapertura económica

De junio

El 14 de mayo, autoridades sanitarias del departamento de Islas de la Bahía permitieron la apertura de diversos comercios para estabilizar la economía en esa zona, ya que el departamento no había presentado casos positivos por COVID-19 y geográficamente está apartado.[116]​ El 16 de abril se autorizó el funcionamiento de las ferreterías, de 7 a. m. a 5 p. m. de lunes a viernes.[117]

El 21 de mayo una Mesa Multisectorial formada por el Gobierno de la República, universidades, bancos, cooperativas, civiles, empresa privada e iglesias presentó una propuesta de reapertura «a la nueva normalidad»,[n 8]​ la cual tras ser discutida, fue aprobada por SINAGER el 31 de mayo.[117][118]​ El proceso de apertura económica, conocido como Plan de Reapertura Inteligente, comenzó con una fase de preparación del 1 al 7 de junio, donde se evaluó las medidas de bioseguridad a implementar en las empresas. A esta le siguen 4 fases de 14 días para la reapertura paulatina de los negocios a partir del 8 de junio, para las cuales se dividió al país en tres regiones según su nivel de impacto en los contagios.[119][8]​ La Mesa Multisectorial se compone de una Comisión Fiscalizadora que evalúa los protocolos de bioseguridad de las empresas, y de una Comisión de Vigilancia que sigue el comportamiento de la pandemia para tomar decisiones en cuanto al desarrollo de la reactivación económica.[120]

Esta reapertura no incluyó al sector transporte,[119]​ mientras que otros negocios como los centros comerciales abrirían en la Fase 2, con tiendas de ropa, accesorios y tecnología, e implementando medidas como: habilitar los estacionamiento en un 50 % y disponer los elevadores solo para personas discapacitadas. Los restaurantes abrirían en la Fase 4, con el 30 % de su capacidad. Es hasta la Fase 5 que abrirán locales como cines, teatros y gimnasios, con el 30 % de su capacidad.[121]

El 19 de junio, la Mesa Multisectorial determinó extender una semana la primera fase, e hizo una solicitud a SINAGER para mejorar sus procesos en la detección de contagios.[122]​ También el Gobierno canceló la reactivación laboral para el sector público. Todo esto debido al aumento de casos en el país.[123]​ Dos días después, se determinó cancelar la reapertura económica en el Distrito Central y continuar con la fase 1 en el resto del territorio.[2]​ El 28 de junio se canceló la fase 1 también en San Pedro Sula.[81]​ El 7 de julio la reapertura económica se canceló en los municipios de Olancho Choluteca, Atlántida, Comayagua, Santa Bárbara, Lempira y Colón.[83]

De julio

El 28 de julio se aprobó una nueva reapertura económica, que comenzó a aplicarse al día siguiente. En esta se modificaron las regiones, reabriendo a Tegucigalpa y San Pedro Sula, y con 33 municipios que no iniciaron reapertura:[124]

Fase 1

El 17 de agosto Honduras reanudó sus vuelos internacionales y se reabrieron los aeropuertos Toncontín de Tegucigalpa y Ramón Villeda Morales, de San Pedro Sula.[125]​ Ese día comenzó también un ensayo del sector transporte con siete rutas en la capital (Tegucigalpa), luego que los transportistas realizaran una capacitación en bioseguridad.[126]​ de El 22 de agosto comenzó a primera fase de la reapertura al sector turístico, permitiéndose la circulación de personas con el uso de un "salvoconducto turístico".[127]​ El 6 de septiembre comenzaron con la Fase 1 los municipios de Tela (Atlántida) y Omoa (Cortés).[89]​ El 13 de septiembre, la empresas de transporte que aprobaron un ensayo y capacitación comenzaron a operar a nivel nacional con rutas entre las ciudades más importantes. Mientras que a lo interno de Tegucigalpa comenzó un ensayo del 20 % de las rutas urbanas.[128]

El 26 de septiembre los equipos de fútbol nacionales volvieron a las canchas con el inicio del Torneo Apertura 2020-2021.[129]

Fase 2

Desde el 28 de septiembre, los municipios que se encontraban en "Fase cero", o en la cuarta región, fueron autorizadas a operar con el 20 % de su capacidad con la condición que estuvieran en funcionamiento los centros de triajes y las Brigadas Médicas atendiendo casa por casa. También el sector turismo pasó a las fase 2, siempre con el uso de un salvoconducto turístico.[130]

Impacto social y económico

Finanzas del Estado

Debido a la pandemia, los primeros 6 meses de 2020, el ingreso tributario del país descendió un 27,8[131]

Comercios y empresas

Según reportes de la Secretaría de Trabajo, para el 4 de junio 738 empresas habían cerrado operaciones en el país; esta cifra subió a 952 el 12 de agosto, dejando un saldo de 127,042 desempleados. Para los trabajadores suspendidos se aprobó un subsidio de 18,000 lempiras, pagaderos en 6,000 mensuales. La mayoría de los negocios afectados son del ámbito de la maquila, seguidos del sector construcción y turismo.[132]​ Entre estos negocios se halla la discoteca Kabbalah, que cerró sus operaciones en Tegucigalpa el 7 de junio.[133]​ También el 6 de agosto cerraron los hoteles Honduras Maya en Tegucigalpa y Telamar Resort en la ciudad de Tela,[134][135]​ y dos días después lo hizo el hotel Marriot en Tegucigalpa.[136]

Educación

Debido a la cancelación de clases presenciales, se continuó el proceso educativo por medio de clases virtuales en una parte de los centros de educación pública y en la mayoría de los centros privados.[137]​ La Secretaría de Educación dispuso para ello algunas herramientas virtuales pedagógicas.[138]

También las autoridades de la UNAH tomaron la decisión de continuar impartiendo clases virtuales mediante plataformas digitales y se exoneró a los estudiantes de pagar reposiciones de exámenes.[139]​ Posteriormente se alargó el primer periodo académico para carreras trimestrales desde principios de mayo hasta el 6 de junio y hasta el 24 de julio para carreras semestrales,[140]​ y se realizó un segundo periodo "intensivo virtual": más corto y con un reducido número de clases permitidas a matricular por estudiante.[141]​ El tercer periodo académico también se desarrolló de manera virtual.[142]

Controversias

Acusaciones del Consejo Nacional Anticorrupción

Respecto a la gestión gubernamental, el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) de Honduras hizo un pronunciamiento público el 19 de marzo, titulado La corrupción en tiempos de coronavirus, donde se comprometió a continuar con sus labores e investigar el proceso de adquisición de ventiladores hecho por el Estado. A este le siguieron informes señalando presuntas irregularidades en la gestión gubernamental para lidiar con la pandemia:

  • La corrupción en tiempos del COVID-19 parte II (27 de abril): Califica de «nefasta» la rendición de cuentas hecha por Inversiones Estratégicas de Honduras (Invest-H), institución encargada de la compra de equipo. Entre esas compras, el CNA afirma que Invest-H compró mascarillas N-95 y mascarillas descartables por un 44 % más del precio que las adquiridas por la Secretaria de Salud en un mismo periodo de tiempo, generando un perjuicio en contra de las finanzas del Estado de 57.5 millones de lempiras.[143]
  • La corrupción en tiempos del COVID-19 parte III (12 de mayo): Se señala que 10 ventiladores para asistencia respiratoria se hallaban almacenados por haberse adquirido sin los componentes necesarios, y que, debido a la mala gestión de COPECO el Instituto Nacional Cardio-Pulmonar aun no contaba con las condiciones necesarias para atender a pacientes con COVID-19. Las estimaciones del CNA concluyen que la mala gestión le costó al Estado 19.7 millones de lempiras.[144]
  • La corrupción en tiempos del COVID-19 parte IV (15 de junio): Presenta presuntas inconsistencias en la compra de 740 ventiladores por parte de Invest-H y muestra que el 42 % de ellos serán entregados desde la tercera semana de julio hasta finales de diciembre, situación que al CNA le parece alarmante dada la necesidad inmediata de ventiladores. El CNA afirma que realizó «una serie entrevistas con expertos [con] amplia experiencia en el mercado local hondureño como proveedores privados y para el Estado de Honduras, además de la trayectoria reconocida con empresas mundiales fabricantes directos de ventiladores mecánicos»; con lo cual concluye que con el mismo gasto realizado, el Estado de Honduras pudo adquirir ventiladores de mejor calidad, con mejores proveedores. El CNA no especifica quienes serían esos proveedores o quienes fueron los expertos consultados.[145]
  • La corrupción en tiempos del COVID-19 parte V (22 de junio): En este el CNA critica la negociación hecha por Ivest-H con la empresa estadounidense Elmed Medical System para la adquisición de 7 hospitales móviles; describiéndola como «un claro golpe a los intereses del Estado». Indican como señales de esto la falta de garantías para el cumplimiento del contrato, la falta de asesoría experta sobre el equipo requerido y el pago anticipado del total del costo pactado. También registra que la empresa se comprometió a fabricar los dos primeros hospitales móviles antes del 10 de abril, pero hasta el 17 de mayo los mismos no estaban terminados.[146]
  • La corrupción en tiempos del COVID-19 parte VI (26 de junio): Se muestran documentos de la contratación de la empresa Consultores en Ingeniería S.A. de C.V. por parte de Invest-H, para la supervisión de la construcción de un hospital móvil en Santa Rosa de Copán. El CNA afirma que el director de Invest-H en ese momento, Marco Bográn, es sobrino del presidente de la empresa contratada, Napoleón Bográn. Esta cercanía de consanguinidad volvería ilegal dicha contratación según el art. 15 de la Ley de Contratación de Honduras.[147]
  • La corrupción en tiempos del COVID-19 parte VII (6 de julio): El CNA informa sobre su auditoría realizada a 335,00 mascarillas compradas por COPECO y a otras 469,000 obtenidas por Invest-H, afirmando que la mayoría de estas no se recomiendan para uso médico, mientras que otras no cuentan con información suficiente sobre su uso o fabricante. El CNA destaca que, a pesar de ello, la mayoría de esas mascarillas fueron enviadas a instalaciones destinadas a combatir la pandemia, poniendo así en riesgo la salud del personal sanitario.[148]
  • La corrupción en tiempos del COVID-19 parte VIII (20 de julio): El CNA encuentra irregularidades en los documentos de la compra de 7 hospitales móviles, por los cuales Invest-H pagó 47.4 millones de dólares estadounidenses, y concluye que solo el 31 % de este monto correspondió al costo de los hospitales. También señalan que Margo Bográn, entonces director de Invest-H, incumplió la ley al no someter a votación del Consejo Directivo la compra de dichos hospitales.[149]
  • La corrupción en tiempos del COVID-19 parte IX (31 de agosto): Se menciona la compra de medicamentos por parte de instituciones del Estado a las empresas Corporación Industrial Farmacéutica S.A. de C.V. y CORINFAR, señaladas anteriormente por el CNA por presunta corrupción. El CNA compara los precios de mercado de los medicamentos obtenidos por COPECO e Invest-H con el precio pagado por estas instituciones, y concluye que la diferencia representa un perjuicio para el Estado de Honduras de 2,8 millones de Lempiras. También critica al tratamiento MAIZ por no haberse comprobado científicamente su efectividad contra la COVID-19, concluyendo que el mismo «no es recomendado» para tratar esta enfermedad. Para sostener esto último el CNA dice haber consultado la opinión de varios «profesionales del más alto nivel», de los cuales solo menciona específicamente a dos: el director del Hospital Escuela Universitario y la presidenta del Colegio Médico, Suyapa Figueroa —opositora del gobierno—; y también recoge 4 fuentes de noticias que no mencionan directamente al tratamiento MAIZ, sino que advierten del mal uso de algunos de sus medicamentos o de los medicamentos experimentales en generales.[n 9][151]
  • La corrupción en tiempos del COVID-19 parte X (7 de septiembre): El CNA señala las deficiencias del hospital móvil localizado en las inmediaciones del hospital Mario Catarino Rivas en San Pedro Sula, Cortés; asegurando, entre otras, que su equipo médico está desgastado y las camillas mal distribuidas. También se lamenta por la mala gestión del Gobierno de Honduras en la adquisición de hospitales móviles, recordando que hasta la fecha ninguno ha entrado en funcionamiento y cinco siguen en fabricación.[152]
  • La corrupción en tiempos del COVID-19 parte XI (21 de septiembre): El CNA denuncia supuestas irregularidades en el actuar de la empresa Grupo GYT, a la cual Invest-H iba a hacer una compra de mascarillas. También llama a las autoridades estatales a investigar a profundidad las finanzas de las empresas involucradas en negocios con el Estado.[153]
  • La corrupción en tiempos del COVID-19 parte XII (28 de septiembre): Se señalan las deficiencias del hospital móvil instalado en Villanueva, Cortés, el cual visitó el 20 de agosto. Afirma que el hospital está instalado en un terreno inconveniente, que no cumple con las condiciones necesarias para evitar contagios, que cuenta con equipo defectuoso y que su personal no fue capacitado en manejo del mismo ni en protocolos. Relata que el mismo fue reinstalado por problemas en el terreno original, donde su mal manejo provocó daños irreparables. Asimismo concluye que el costo del mismo es excesivo en comparación con sus pocos beneficios.[154]

Adquisición de hospitales móviles

El 11 de abril Invest-H, bajo la dirección de Marcos Bográn, anunció la adquisición de 7 hospitales móviles más ventiladores y pruebas PCR por la suma de 1,557.8 millones de lempiras. Los hospitales se fabricarían en Turquía, anunció el comunicado, por la empresa turca ELMED Medical Systems, Inc.[155]​ Tres de ellos sería de 91 camas y 4 de 51. Para la compra, Invest-H hizo un acuerdo con un intermediario guatemalteco de nombre Áxel López. El 22 de junio, otra empresa turca, SDI Global LLC, denunció en un comunicado haber tenido un contacto comercial con Áxel López, quien copió una propuesta de esta empresa y la usó para crear una propuesta falsa de parte de ELMED Medical. Esta propuesta falsa fue confirmada por la embajada de Honduras en Alemania y luego entregada a Invest.H. Bográn respondió a esto diciendo que el comunicado que circulaba era falso y que los hospitales llegarían en los primeros días de julio; sentenció: «Hay una campaña de desprestigio hacia todas las acciones que el Gobierno haga frente a esta pandemia, no ha habido ninguna estafa, y los primeros dos hospitales móviles están ahora mismo en buque charter desde Estambul a Puerto Cortés».[156]​ Ese día, el Consejo Nacional Anticorrupción publicaba La corrupción en tiempos del COVID-19 parte V, donde se revelaba, entre otras, que Invest-H había pagado por anticipado la totalidad del costo de los hospitales móviles.[146]​ También el 24 de junio la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) realizó una auditoría a los procesos de adquisición de los hospitales, encontrando varios indicios de corrupción y el dudoso historial financiero de Axel López. ASJ dijo que cada hospital fue sobrevalorado por al menos 50 millones de lempiras y que la compra se realizó contraviniendo órdenes de la ministra de Salud.[157]

El 27 de junio Bográn renunció a su cargo como director de Invest-H y el 7 de julio compadeció ante el Ministerio Público.[158][159]​ La nueva directora de Invest-H, Evelyn Bautista, renunció el 16 de julio señalando entre otras cosas que no existía «un ambiente de confianza, ni de responsabilidad personal, profesional e institucional, que me permita desempeñarme con eficiencia».[160]​ El 23 de julio, una junta interventora pasó a asumir por 180 días el mando de Invest-H.[161]

Aunque la compra de los hospitales se concretó el 18 de marzo y 2 de abril[162]​ con un tiempo estimado de entrega de 45 a 55 días, los mismos llegaron al país el 10 de julio. El informe hecho por Aduanas a los hospitales móviles encontró varias irregularidades, entre ellas un aumento de 10.9 millones de dólares al precio de ambos hospitales en las facturas de las empresas representadas por Axel López. También se encontró que López emitió nuevas facturas de compra 3 meses después de haberse realizado la misma, en las cuales dejó de utilizar los registros plagiados a la empresa SDI Global LLC.[159]

Proceso judicial

EL 5 de octubre capturaron a Marco Bográn y a Álex Moraes, ex-administrador de Invest-H, por suponerlos responsables del delito de malversación de fondos públicos. El Ministerio Público comunicó que ambos habrían usado 101,109 lempiras del presupuesto de Infraestructura Vial para hospedarse y hospedar a dos funcionarios más en un hotel de lujo de la capital por 15 días.[163][159]

Véase también

  • Pandemia de COVID-19 en América Central
  • Cronología de la pandemia de COVID-19
  • Pandemia de COVID-19 en América
  • Pandemia de gripe A (H1N1) de 2009-2010 en Honduras
  • Gobierno de Juan Orlando Hernández
  • Vacunación contra la COVID-19 en Honduras

Notas

Referencias

Enlaces externos

  • Información sobre la pandemia en el país:
    • covid19honduras. Conteo de casos oficiales del Gobierno de la República de Honduras.
    • Biblioteca Virtual en Salud de Honduras
    • Portal sobre la pandemia. Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
    • COVID-19: información actualizada sobre la nueva enfermedad por coronavirus. Organización Panamericana de la Salud.
    • Estadísticas (en inglés). wodlometers.info.
    • Embajada de los Estados Unidos en Honduras
    • Cronología de noticias. Tu nota. Consultado el 3 de mayo de 2020.
  • Información sobre la gestión gubernamental ante la crisis:
    • Portal oficial de transparencia
    • Portal con documentos públicos gubernamentales. Instituto de Acceso a la Información Pública de Honduras.
    • La corrupción en tiempos de COVID-19. Serie de informes del Consejo Nacional Anticorrupción.

Text submitted to CC-BY-SA license. Source: Pandemia de COVID-19 en Honduras by Wikipedia (Historical)



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