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Luisa de Austria-Toscana

La archiduquesa Luisa de Toscana (Salzburgo, 2 de diciembre de 1870-Bruselas, 23 de marzo de 1947) fue una princesa imperial y archiduquesa de Austria, princesa de Toscana, Hungría y Bohemia.

Biografía

La archiduquesa Luisa nació en la ciudad austriaca de Salzburgo en 1870. Era la segunda de los diez hijos de Fernando IV de Toscana y Alicia de Parma. Su padre pertenecía a la rama de los Habsburgo que había gobernado el Gran Ducado de Toscana intermitentemente desde 1737. Además de ser archiduque de Austria, se había proclamado Gran Duque desde el exilio tras la abdicación forzosa de su padre, Leopoldo II, en 1859. Todos los esfuerzos por recuperar el trono fueron inútiles, y Fernando y su familia se vieron obligados a vivir desterrados para siempre. Dado su parentesco con el Emperador de Austria, la familia se instaló en Austria-Hungría. En 1868 Fernando de Toscana contrajo matrimonio con la princesa Alicia de Parma, hija del penúltimo duque de Parma, Carlos III, y de Luisa María de Francia, nieta del rey Carlos X de Francia. Al igual que los Habsburgos de Toscana, la familia de Alicia había sido derrocada durante el proceso conocido como la Unificación italiana.

Luisa de Toscana estaba emparentada así con algunas de las familias más poderosas de Europa, entre ellas las dinastías de Saboya y los Borbones. Entre sus primos estaban María Luisa de Parma, consorte de Fernando de Sajonia-Coburgo, príncipe de Bulgaria; Zita de Parma, última emperatriz consorte de Austria; Félix de Parma, marido de la gran duquesa de Luxemburgo, y Jaime de Borbón, duque de Madrid y pretendiente carlista al trono de España.

Luisa tenía nueve hermanos, uno de los cuales falleció en la infancia. Todos ellos nacieron en la ciudad austríaca de Salzburgo y se criaron en la corte de Viena bajo el amparo de su lejano primo, el emperador Francisco José I de Austria.

Vida en la corte sajona

La archiduquesa Luisa aceptó contraer matrimonio con el príncipe Federico Augusto de Sajonia, hijo y heredero del rey Jorge I de Sajonia y de la difunta María Ana de Braganza. La boda se celebró en Viena el 21 de noviembre de 1891, y pronto la pareja se instaló en Dresde, la capital de Sajonia.

Federico Augusto y su mujer tuvieron siete hijos:

Federico Augusto Jorge, príncipe heredero de Sajonia (1893-1943); tras la abolición de la monarquía, renunció a sus derechos al trono en 1923 para ingresar en la orden jesuita. Su muerte, acaecida bajo extrañas circunstancias, hicieron sospechar que realmente fue asesinado por los nazis.
Federico Cristian, margrave de Meissen (1893-1968), contrajo matrimonio con la princesa Isabel Elena de Thurn y Taxis (1903-1976), con descendencia.
Ernesto Enrique (1896-1971); contrajo matrimonio en primeras nupcias con la princesa Sofía de Luxemburgo (1902-1941), hija de Guillermo IV, gran duque de Luxemburgo. Después de enviudar se casó morganáticamente con Virginia Dulon (1910-2002). Tuvo descendencia del primer matrimonio.
María Alicia Carola, nacida muerta el 22 de agosto de 1898.
Margarita Carola (1900-1962), contrajo matrimonio con Federico, príncipe de Hohenzollern (1891-1965). Con sucesión.
María Alicia Leopolda (1901-1990), se casó con Francisco José, príncipe de Hohenzollern-Emden (1891-1964). Con sucesión.
Ana Mónica Pía (1903-1976), que nació pocos meses después de que su madre abandonase la corte sajona. Ana Mónica fue educada por la familia de su padre. Se casó en primeras nupcias con el archiduque José Francisco de Austria (1895-1957) y posteriormente con Reginald Kazanjian (1905-1990).

Se da la circunstancia de que, a pesar de que los dos hijos mayores de la pareja nacieron en 1893, estos no eran gemelos: Federico Augusto Jorge nació en enero, y Federico Cristian en diciembre del mismo año.

Luisa pronto se convirtió en una figura extremadamente popular en Sajonia. Sin embargo, su actitud heterodoxa y rebelde, contrapuesta a la estricta etiqueta que imperaba en la corte sajona, le granjeó numerosas críticas, y en varias ocasiones Luisa mantuvo acaloradas discusiones con su suegro, el rey Jorge I de Sajonia.

El 9 de diciembre de 1902 Luisa abandonó Dresde después de que su suegro la amenazase con internarla en el hospital psiquiátrico de Sonnenstein. Con el apoyo de uno de sus hermanos, Luisa se escapó de palacio, dejando atrás a sus cinco hijos supervivientes (en aquel momento se encontraba embarazada de su séptima hija). Durante un tiempo vivió con el tutor francés de sus hijos, André Girón, a quien muchos atribuyeron erróneamente la paternidad de la pequeña Ana Mónica.

El 11 de febrero de 1903 el rey de Sajonia decretó el divorcio civil entre Luisa y Federico Augusto. Sin embargo, el emperador Francisco José de Austria no reconoció la disolución del matrimonio.^[1] Dos meses después, Luisa dio a luz a su hija, Ana Mónica, que fue rápidamente enviada a Dresde para ser educada en la corte de su padre.

Segundo matrimonio

El 25 de septiembre de 1907 Luisa contrajo matrimonio en Londres con el músico italiano Enrico Toselli. Tuvieron un hijo, Carlo (1908-1969), antes de divorciarse cinco años después. Tras la celebración de este segundo matrimonio el emperador de Austria despojó a Luisa de sus títulos imperiales y de sus derechos como archiduquesa de Austria. Su padre, en calidad de soberano del desaparecido Gran Ducado de Toscana, le concedió el título de condesa de Montignoso.

Varias veces intentó Luisa regresar a Dresde para visitar a sus seis hijos mayores, pero los ministros sajones le denegaron acceso a la corte de su exmarido. Finalmente, madre e hijos se pudieron reunir durante una visita privada que se concertó en una embajada de Sajonia.

Últimos años

En 1911 Luisa rompió su silencio a través de la publicación en Londres de un libro de memorias titulado My Own Story ("Mi propia historia"). En dicho libro culpó de sus desgracias al difunto Jorge I y a los políticos de Sajonia, y alegó que su popularidad llegó a superar incluso a la de su suegro y a la de su propio marido, Federico Augusto III de Sajonia. Entre sus mayores detractores se encontraba su excuñada, la princesa Matilde de Sajonia (1863-1933).

Después de la desaparición del reino de Sajonia tras la derrota del Imperio alemán en la Primera Guerra Mundial, Luisa utilizó el título ficticio de comtesse d'Ysette. Su exmarido, el último rey de Sajonia, no volvió a contraer matrimonio por considerar que, de acuerdo con los dictámenes de la Iglesia católica, seguía casado con Luisa de Toscana.

Luisa falleció en Bruselas en 1947. Sus restos fueron trasladados al sur de Alemania, donde reposan hoy, en la iglesia de Erdlinge, cerca de Sigmaringen, junto a los de varios de sus hijos.