El obispado castrense del Ecuador[1] u ordinariato militar de Ecuador (en latín: Ordinariatus Militaris Aequatoria) es el ordinariato militar de la Iglesia católica para las Fuerzas Armadas del Ecuador y la Policía Nacional del Ecuador.[2]
Esta inmediatamente sujeto a la Santa Sede.
Su obispo titular es el Monseñor José Miguel Asimbaya Moreno.
Su iglesia que funge como catedral es la basílica de La Merced, en esta iglesia se hacen los actos protocolarios castrenses del obispado.
El obispado castrense tiene jurisdicción personal peculiar ordinaria y propia sobre los fieles católicos militares de rito latino (y otros fieles definidos en los estatutos), incluso si se hallan fuera de las fronteras del país, pero los fieles continúan siendo feligreses también de la diócesis y parroquia de la que forman parte por razón del domicilio o del rito, pues la jurisdicción es cumulativa con el obispo del lugar. Los cuarteles y los lugares reservados a los militares están sometidos primera y principalmente a la jurisdicción del ordinario militar, y subsidiariamente a la jurisdicción del obispo diocesano cuando falta el ordinario militar o sus capellanes. El ordinariato tiene su propio clero, pero los obispos diocesanos le ceden sacerdotes para llevar adelante la tarea de capellanes militares de forma exclusiva o compartida con las diócesis.
Es una circunscripción personal no organizada sobre una base territorial pero funcional, que tiene, al igual que cualquier otra diócesis, la tarea de abastecer de asistencia espiritual a los fieles católicos presentes en las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.[3]
El 30 de marzo de 1983 el papa Juan Pablo II mediante una bula pontificia erigió el vicariato militar de Ecuador (Vicariatus Militaris Aequatoria).
El primer y único obispo vicario militar fue Juan Ignacio Larrea Holguín Opus Dei quien fue elegido al mismo tiempo. Ejerció anteriormente el cargo de obispo de Ibarra.
Mediante la promulgación de la constitución apostólica Spirituali Militum Curae por el papa Juan Pablo II el 21 de abril de 1986[4] los vicariatos militares fueron renombrados como ordinariatos militares o castrenses y equiparados jurídicamente a las diócesis.[5] Cada ordinariato militar se rige por un estatuto propio emanado de la Santa Sede y tiene a su frente un obispo ordinario nombrado por el papa teniendo en cuenta los acuerdos con los diversos Estados.
Juan Ignacio Larrea Holguín Opus Dei, quien se desempeñaba como obispo vicario militar de Ecuador, pasó automáticamente a ser el primer obispo ordinario militar.
De acuerdo al Anuario Pontificio 2020 la diócesis en 2019 tenía 50 sacerdotes.
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